Invitación a la reflexión
Recibimos el año nuevo llenos de propósitos y de ideas, como cada año. Y cuando pasamos la famosa cuesta de Enero, de esos propósitos quedan unos pocos que realmente pretendemos seguir intentando. Yo sigo con el mantra «todos los días son 2 de Enero».
Desde aquí me gustaría invitar a los que perdéis un rato leyendo o scrolleando mi web a que hagáis un ejercicio de reflexión. Personalmente utilizo Future Me (https://www.futureme.org/) para escribir cartas a mi yo futuro en momentos señalados. Es muy sencillo, pones un email (el tuyo, lógicamente) y la fecha en la que quieres recibir el email. El mensaje se queda almacenado en su sistema y cuando llega la fecha seleccionada te llega el email. Los momentos que escojo son:
- Fin de año. Entre el 29 de Diciembre y el 3 de Enero cuando encuentro un hueco, me escribo para que me llegue el mismo día 31. Es increíble comprobar las ideas, sesgos, lo que queríamos y no logramos, lo que encontramos por el camino.
- Cumpleaños. El mismo día de mi cumpleaños me escribo para que me llegue por la mañana del año siguiente. He tenido suerte de nacer en mitad del año porque es una manera de hacer repaso a mitad del año con una buena excusa. En este mensaje le cuento a mi yo del futuro lo que voy descubriendo cada año que pasa. Porque no hay mejor día para echar la vista atrás que el día que cumplimos años. Y conocer tu pasado es la mejor manera de afrontar el futuro. Errores, aciertos, más descubrimientos.
- Hitos en proyectos. En ocasiones, cuando empiezo un proyecto me escribo con mis impresiones, retos y lo que espero ganar. Es una manera increíble de comprobar sesgos. La idea es recibirlo cuando tengamos algún hito (entrega, presentación, finalización…) A veces confirmamos cosas, otras nos damos cuenta de la falta de contexto y cómo hemos ido creciendo. Y permite mejorar esos puntos donde creemos que no hemos estado bien.
Todo esto gira en torno a la práctica reflexiva. Creo firmemente que no hay mejor manera de mejorar que hablar. Con uno mismo primero, con los demás siempre que se pueda. Verbalizar tiene un punto de «soltar lastre», y creo que también de motivación. Por eso, además de escribirte, es importante encontrar el lenguaje adecuado. Pero eso da para otro post.
Seguimiento
Además de FutureMe, hago un seguimiento de hábitos en Coda (https://coda.io/) y de propósitos del año, artículos interesantes de lectura en Mem (https://mem.ai/) por lo fácil que resulta uno y otro para cada tarea. En Coda tratas datos que puedes visualizar de diferentes maneras, en Mem ideas agrupadas en colecciones.
Y escribir un diario
Como último método reflexivo, trato de escribir un diario. Tengo rachas en las que soy más constante, otras en las que paso completamente. Es algo que he hecho desde muy pequeño. Tenía momentos de introspección, la necesidad de hacer confesiones, contar lo que sentía, y la mejor manera siempre era coger un cuaderno y empezar un diario.
Cuando llegaba el momento que no tenía nada que contar, me olvidaba, hasta la siguiente. A lo mejor tardaba meses o años. Y no era raro encontrarme cuadernos/diario antiguos y morirme de vergüenza de mi mismo.
Con el tiempo he ido perfeccionando esta práctica. Ahora cuando escribo mantengo una estructura, ya no me fijo tanto en lo que escribo, en si lo hago bien o mal, simplemente suelto mis ideas. Escribo para mi, sin pensar en “los demás”. Porque nadie más va a leerlo. No me obsesiono con la idea de que más adelante lo releeré, porque realmente no es el objetivo. Un diario es un lugar privado, seguro, que usamos para “curarnos”.
Y, siguiendo con el lenguaje y su función modeladora de nuestra actitud. Aprovechemos este espacio personal, seguro y al que vamos cuando queremos para pensar en grande. Escribe cosas importantes, ideas, planes, profundiza en la relación contigo mismo, tu futuro… Mantén vivos tus sueños, es el sitio donde siempre vas a poder hacerlo.